Salgo del lugar elegido para aparcar y cruzo el asfalto de la carretera para tomar la pista que se adentra en los campos, en sentido suroeste. No he caminado ni cuatro pasos que llego al punto en el que el itinerario que propongo se bifurca, caminaré por el desvío que sigue en el mismo sentido de la marcha y volveré por el que dejo a la derecha, por lo que haré el recorrido en sentido horario. Iré junto a la carretera y dejaré para la vuelta la pista que bordea el barranco de Vallclara.
La pista, en buen estado, me lleva en suave subida entre campos de cultivo. Siempre pista arriba voy dejando otros desvíos, primero uno a la izquierda que regresa a la carretera, más adelante dejo la pista, que gira a la derecha para dirigirse a la cercana cabaña del Josepet y sigo recto, ahora por pista un poco más precaria. Aún más arriba dejo otro desvío, también a la derecha, ya cerca de la ladera de la Costa, que conduce al Mas del Sagra y unos metros más adelante, pocos, dejo la pista, que va hacia la carretera de nuevo, y cojo un sendero, marcado por un hito, que se adentra en la vegetación. Este sendero es algo difuso, pero se sigue bien.
Continúo ahora encarado al sur, bordeando campos de cultivo, pero dejo este terreno para iniciar la verdadera subida. El camino se convierte en sendero pedregoso y empinado. Me lleva a un sitio curioso. Una pared de roca extra-plomada muy caprichosa. Continúo en firme subida cuando el camino empieza a serpentear y acabo por encontrar camino más amable cuando salgo a una cota desde la que puedo observar por primera vez la cima de la punta Curull.
Sigo en ascenso, pero por ancha pista mucho más cómoda, ahora en sentido suroeste. Llevo ya un rato mirando la punta de Viern, según la toponimia del mapa del ICGC, o tossa del Quico según el mapa de la editorial Piolet, así que cuando estoy en el collado del Comellar d’en Berga empiezo a pensar por dónde acercarme. La pista me va llevando arriba así que paso de largo unos metros la cota de esta pequeña colina y así, sin mucho esfuerzo y con el único problema de la falta de camino, piso el grupo de piedras que conforman el punto más alto. No tiene mucho interés ya que está totalmente rodeado por vegetación pero bueno, es aquí mismo.
De nuevo en la pista y sin apenas darme cuenta, enlazo con el PR-C 184, que hace un recorrido circular desde Vilanova de Prades hasta el Vilosell. Me incorporo al PR y sigo su pintura en sentido norte unas cuantas decenas de metros, hasta que en una fuerte curva de la pista, el PR toma orientación noroeste. En este punto dejo el PR y continúo por la pista hasta que encuentro un cartel indicador.
Dejo la pista y el sendero que en sentido noreste baja en dirección de nuevo al PR y al Vilosell y tomo el sendero que, en sentido sur inicia la subida directa a la cima de la punta Curull, primer objetivo del día. De nuevo hay que superar una interesante pendiente pero todo esfuerzo tiene su recompensa y acabo en la cota que alberga una serie de objetos que marcan la cima. Ahora, si hablo como los habitantes de Vilanova de Prades y el mapa topográfico del ICGC me encuentro en la punta Curull, pero si lo hago como los Vilosellencs o Vilosellenques estaré en la tossa del Quico. Por si fuera poco, según el Nomenclátor oficial de Toponimia de Cataluña esta cota se llama el Tossal. Lo que no haré será entrar en polémicas de si me encuentro o no en el techo comarcal. En el territorio parece que no hay discusión, éste es el techo comarcal, aunque los números lo nieguen.
Después de hacer lo que se suele hacer en las cumbres continúo con el recorrido. El objetivo principal de la jornada no lo he logrado aún así que dirijo mis pasos hacia el suroeste, en clara dirección a las antenas que hay hacia esa banda y en busca de la Cogulla. Por el camino encuentro un importante nudo de caminos. En esta ocasión me interesa sólo la pista que permite el acceso a los vehículos del personal de mantenimiento de las instalaciones de telecomunicaciones y que sube desde Vilanova de Prades (lo del acceso lo digo sin saber ya que desconozco si es abierta a todo el mundo o es cerrada) y la sigo en el mismo sentido de la marcha que llevo.
Más adelante aparece de nuevo el PR-C 184 y lo sigo en busca de los calaixos de l’Ereldo, según el cartel que lleva (según el Vilosell y el ICGC se trata de la cova del Home Fe y según el mapa de Piolet se llama cova dels Calaixos). No era mi intención ir pero todavía era temprano y el cuerpo aun respondía así que fui a ver ya que casi todas las reseñas que había leído iban.
El camino está perfectamente señalizado con pintura amarilla y también alguna roja. Unas rayas, unas flechas y también unas en forma de U, quizás hacia abajo la gran mayoría. Me metí hasta dónde mi cuerpo me dejó. Llegué a un lugar donde la estrechez de las paredes no me permitió progresar. El lugar es curioso y me hubiera gustado hacer todo el recorrido pero en ese momento entendí el porqué de la señal en forma de U y del porqué todas las reseñas consultadas hacían un ir y volver.
No fue mi caso. Me imaginé que podía continuar en dirección a la Cogulla siguiendo las piedras ya que en el terreno se dibujaba un rastro difuso de sendero, incluso desbrozado no hacía mucho, así que lo seguí. Sí me salí, pero no pude evitar una corta y leve pelea con la vegetación, pero seguro que es que intenté subir a la carena por el sitio más difícil de todos los posibles. Nada!! Fueron tres metros mal medidos así que una vez encima de las piedras el terreno se abre y no pone ningún tipo de resistencia. Ya por terreno abierto y en clara orientación a la torre vigía, llego a la pista que permite el acceso a la cima, a la que se accede por unas escaleras metálicas.
Ahora es donde tengo que decir que estoy aquí porque en la actualidad se dice que esta cima de la Cogulla, topónimo que no figura en ninguna parte (o yo no he sabido encontrar) salvo en el mapa de la editorial Piolet, se toma como techo comarcal de Les Garrigues. Ciertamente esta cumbre es, según la cartografía consultada, entre 5 y 6 metros más alta que la punta Curull. Tanto la Cogulla como el Curull se encuentran sobre la raya que hace de deslinde entre las comarcas de la Conca de Barberà y la de Les Garrigues así que todo planteamiento es aceptable. Para los bomberos de la Generalitat la torre de vigía se encuentra en la peña de Vilanova de Prades y se encuentra en la comarca de la Conca de Barberà. Así lo hace constar en la placa que hay en el cercado de la torre. En ningún momento hace mención a la comarca de Les Garrigues ni de ninguna otra población de esta comarca.
Las vistas son algo más feas que desde el Curull, pero tampoco es que no sean destacables. Estorban los aparatos y las antenas, pero hacia el lado norte estas infraestructuras es como si no existieran. Aquí arriba estando paso un largo rato contemplando el horizonte descubriendo las diferentes cimas ya conquistadas en otras incursiones por el territorio e imaginándome por dónde continuaré el recorrido intentado meter en el terreno el agujero donde debe estar San Miguel de la Tosca.
La primera intención era ir a encontrar el camino de la Transllena en el collado del Abellar pero en su lugar elijo la opción de descenso más directa e ir a buscar las señales de esta propuesta muchos metros más abajo. Un sendero, entre carena y valle, me baja. Enlazo con el camino buscado y bajo sin complicaciones al sector de San Miguel de la Tosca, por el camino, sin darme cuenta, he dejado un desvío que me habría bajado también a la ermita por un camino que pasa por encima de la fuente (verdadero nacimiento del río Set).
El caso es que voy hasta las set Fontetes pero no mana gota así que doy un par de vueltas y cuatro fotos y reculo a la explanada de la ermita. Otra foto y cojo el sendero pintado con señales de PR y un peculiar cuadrado rojo, que gana metros de altura siguiendo el risco del Cabòries hasta el collado dels Bons-aires camino del Crucifici. Pasado este collado y ya en franco descenso dejo un primer desvío señalizado que no me hace el peso y unos metros más abajo encuentro de nuevo las señales de pintura del PR-C 184.
Aquí, opcional totalmente ya que no añade valor a la caminata, me desvío a la fuente del Marinyana. Nada que decir. Una foto, ya que estoy, y reculo pero finalmente decido bajar por el lecho seco del arroyo e ir a ver una curiosa pared con unos extraños muros de piedra hechos de forma escalonada. Cuando llego enlazo con una ancha pista por la que enlazo de nuevo con el PR-C 184 y paso por la fuente y balsa del Crucifici y por la pequeña, muy pequeña, capilla del Crucifici. Un cartel informa de la historia del porqué de este lugar.
Un par de metros pista abajo dejo la tranquilidad del PR y subo por el margen de la pista a la zona de bosque. Este sendero es claro debido a las roderas de las bicis de BTT así que se sigue fácil y como parece que estos ciclistas pasan a menudo, es muy limpio. Hace también un subida suave hasta que la pendiente desaparece cuando llegamos a un desvío señalizado con un mojón de piedras bien visible. Según la vista satélite ambas opciones son correctas. Recto quizás sea más largo pero el de la derecha puede que a algunos les de respeto. Hay unas colmenas.
Yo me desvié por las colmenas, sin sustos. Estas construcciones quedan unos cinco o seis metros apartados del camino, pero el lector o lectora decide. El camino que yo elijo pasa por medio de campos de almendros pero camino siempre por una pista así que el paso es seguro. Llego así a la cabaña de la Serra-Ballester y a enlazar de nuevo al ya muy comentado PR-C 184. Me incorporo y le sigo en sentido suroeste.
No tardo mucho en dejarlo de nuevo, ya definitivamente, al coger el desvío que conduce a la Ruta de las cabañas de volta y la cabaña del Reloj. Por esta nueva pista vuelvo a meterme en tierras tarraconenses y voy alternando campos y bosque. Dejo por la derecha un desvío señalizado con un mojón de piedra, que según el track debería seguir pero continúo por la pista, de llano. Cuando esta gira a la izquierda, recto nace un viejo rastro que tomo para ir en busca del camino antes abandonado.Enlazo con él y de nuevo acabo en una pista que rodea un campo de frutos secos. Esta pista acaba por encontrar otra transversal. No hay señalización. Por la derecha no se hacia dónde se dirige pero sé que yo tengo que seguir hacia la izquierda.
Así encuentro el cauce del barranco de Vallclara. Más adelante dejo por la derecha un desvío muy claro, que también sirve a la causa, y sigo en descenso para ir a encontrar otro sendero, o pista, que sale por la izquierda. La orientación es clara en cuanto sigo en sentido noreste, ya encarado del todo al destino. Por último encuentro el enlace con pista anteriormente abandonada y giro a la izquierda para encontrar finalmente cemento.
Yo no hay alternativa. Sí que todavía saldrá por la izquierda otro camino pero a estas alturas, aunque la pista anda más hundida que los campos y no hay vista alguna, no hace falta ni pensar en ello. Nordeste y al el coche.
Fin de la historia.