Esta vez no he inventado nada. Tomando como base una propuesta que el usuario de Wikiloc Xarli61 colgó en este servidor, planteé una excursión a la cumbre del puig Cornador algo más larga para así aprovechar el día.
Ya este usuario presenta el recorrido como muy tranquilo, y vaya si lo es. Tiene todos los alicientes para hacerlo con gente que se inicie en el mundo del senderismo y también para hacerlo con los más pequeños.
Todo el recorrido, tanto de subida como de bajada se hace por pistas anchas y en perfecto estado a pesar de que yo, en mi propuesta, hago tramos en los cuales escapo de esta infraestructura, puesto que procuro coger cuantos más senderos y veredas mejor.
Lo que es más sensato, si la propuesta se plantea con la familia o con compañía que empieza a moverse en la montaña, es iniciar el recorrido mucho más arriba del punto al cual yo empiezo y caminar siempre por pista de tierra.
Desde mi punto de partida hasta tocar de Sant Martí de Vinyoles se puede llegar en coche normal porque el firme es de cemento, así que no hay que aumentar el esfuerzo innecesariamente.
No es el caso si lo que queremos es completar una dura jornada de montaña. A pesar del poco aparente desnivel a ganar, según mediciones del GPS, salimos de 966 metros y la cumbre hace 1.229 metros, la sinuosidad del terreno genera un perfil muy interesante. En mi caso salen 766 metros de ganancia. También se endurecen mucho las condiciones si en vez de hacer camino por el GR1 se hace tomando otras alternativas.
Esta propuesta se puede catalogar de interesante, a pesar de la pesadez de andar siempre por pista, puesto que se pasa por lugares de cierta importancia, como puede ser Santa Margarida de Vinyoles, ermita datada en los siglos XI-XII pero modificada en 1854 por un voto popular hecho durante la epidemia de cólera de aquel año, a pesar de que encima de la puerta principal del edificio habla de la peste, sin duda debido a una generalización de la palabra, puesto que por esas fechas, fue el cólera el que asoló Cataluña.
También se pasa por Sant Martí de Vinyoles, otro edificio religioso románico de los siglos X-XI. Muy guapos pero tienen el inconveniente que no se pueden visitar libremente, sobre todo Sant Martí, puesto que actualmente es Cal Campaner, una casa de turismo rural. No se pasa por más edificaciones, ni en pie ni en ruinas, pero si se elige otro recorrido, se puede pasar por el Castellot. Parece más una vieja granja abandonada.
De lo que sí que disfrutaremos será de las vistas. No hacia el norte, puesto que la vegetación estorba aquella vertiente y solo se consigue divisar detalles de las cumbres del Prepirineo y del Pirineo entre las ramas de los árboles. Esto es así en todo el recorrido, tanto cuando hacemos carena como desde la cumbre objetivo de la caminata. Hacia el sur, por el contrario, son excepcionales. El abanico de cumbres es inmenso, y apoyados en la pared de Santa Margarida podemos jugar un buen rato a adivinarlas.
Finalmente, si se hace la propuesta que os presento, cuando estéis a punto de acabar el recorrido, pasaréis por el collet del Bou. Allá encontraréis un bosque de pino (digo pino como podría decir cualquier otra cosa, puesto que a mí todas las coníferas me parecen iguales) con el sotobosque totalmente tapizado de hierba, de tan limpio que es. Da ganas de estirarse un largo rato para recuperarse o de desviarse del camino para subir al próximo serrat del Bou. Después de la monotonía de tanta pista, este bosque es un regalo.
Referencias aproximadas de los puntos de paso.
paradas incluidas
Punto de paso | Latitud N | Longitud E | Tiempo | Altura m | Distancia acum. m |
---|---|---|---|---|---|
Acceso a les Muntades | 42.140381 | 2.155483 | 00:00:00 | 982 | 0 |
Camps d’en Vila | 42.141809 | 2.146352 | 00:45:42 | 969 | 907 |
Punto inicio alternativo | 42.139032 | 2.141863 | 01:07:59 | 1.068 | 1.568 |
Collet de la Baga | 42.140096 | 2.131509 | 01:31:05 | 1.115 | 2.830 |
Santa Margarida de Vinyoles | 42.139193 | 2.122079 | 02:29:48 | 1.188 | 4.000 |
Coll Tallat | 42.140516 | 2.109465 | 02:50:31 | 1.177 | 5.162 |
Puig Cornador | 42.139747 | 2.108411 | 03:05:30 | 1.229 | 5.468 |
Pista clot dels Obits | 42.137624 | 2.112111 | 03:38:38 | 1.055 | 6.525 |
Coll Mercadal | 42.134651 | 2.124601 | 04:04:01 | 983 | 7.893 |
Sant Martí de Vinyoles | 42.138106 | 2.138357 | 04:28:17 | 1.027 | 9.600 |
Collet del Bou | 42.139965 | 2.152637 | 05:01:58 | 1.025 | 11.128 |
Acceso a les Muntades | 42.140392 | 2.155501 | 05:09:33 | 982 | 11.598 |
Ficha técnica
Datos obtenidos del análisis de un track grabado con un GPS Two Nav Anima+
- Toponimia: Nomenclàtor of. Catalunya
- Punto de inicio: St. Sadurní de Sovelles
- Itinerario señalizado: sí
- Tipo de actividad: senderismo
- Fuentes de agua: sin garantías
- Dificultad física: baja
- Altura máxima: 1.229 metros
- Pendiente media de subida: 6,22%
- Cartografía: ICGC
- Como llegar: itinerario Google Maps
- Tipo de terreno: pistas
- Tipo de recorrido: circular
- Tiempo parado: 1 hora 52 minutos
- Dificultad de orientación: baja
- Altura mínima: 1.337 metros
- Pendiente media de bajada: 8,25%
- Mapa: hojas 72-23 i 73-23 e/1:25000
- Accesibilidad: se llega con vehículo normal por carretera asfaltada
- Itinerario en sentido: antihorario
- Tiempo andando: 3 horas 17 minutos
- Dificultad de progresión: baja
- Ascenso positivo: 384 metros
- ibpindex: 47 consultar documento
Reseña del recorrido
Así lo viví yo el día 3 de enero de 2018, fecha de realización del recorrido.
Un comentario, ante todo.
En esta ocasión he aprovechado todos los posibles atajos para evitar andar por el trozo de GR con pista de cemento. Por supuesto que esto no tiene por qué ser así. Si se quiere andar con más placidez, lo que es más sensato es usar el camino pavimentado.
Empiezo a andar del desvío de la pista que permite acceder al Mas de les Montades. La vuelta la haré por esta granja, así que tomo el cemento en sentido oeste cuando todavía es oscuro. No lo hago mucho rato, puesto que el firme está helado a esta hora. Al cabo de poco de andar dejo la pista y subo ligeramente a un espacio verde que hay entre la pista y una línea de alambre. Veo también un rastro de rodadas de coche.
Esta traza me lleva a encontrar otra pista a la cual no presto atención. La cruzo y sigo andando en sentido oeste, bordeando una gran zona de pasto para llegar a una balsa. Cruzo una línea de alambre y rodeo la balsa por el arcén norte. Otros alambres que se tienen que salvar y salgo a una explanada, a tocar de otra pista pavimentada.
En este punto hay que decidir si seguir andando por el GR, de cemento, o hacer atajo. Ya se sabe, para trabajar se tiene que sudar, así que el atajo nos pedirá mucho más esfuerzo pero tendremos la compensación de andar mucho más tranquilos por terreno más adecuado a nuestra actividad. Si decidís seguir el cemento, tendréis señales de pintura de sendero de gran recorrido (GR) que os guiarán. Si al contrario os decantáis por el atajo, hará falta que interpretáis el terreno porque no tendréis ninguna señal que os guíe.
Yo explico la opción del atajo porque es la que hice. De lo que se trata es de girar a la izquierda, en sentido suroeste, sin llegar a tocar el cemento. Una rodera de coche ayuda a encontrar el nacimiento de una vieja pista o paso ancho entre la vegetación. Tendremos el cauce de una riera a nuestra izquierda. No andamos mucho, puesto que al cabo de poco vemos que la pista se cierra.
Hay que girar a la derecha por un paso con el suelo muy removido, bien por huellas humanas, bien por el ganado. A partir de este momento hará falta que vayáis subiendo, primero en sentido oeste y después sur. Cierto es que todo el mundo puede elegir como hacer el camino. Yo explico estos detalles, puesto que más o menos subí siempre siguiendo alguna vieja traza y por pasos bastante evidentes. El caso es que allá por donde se crea mejor, se tiene que subir a encontrar la carretera, cosa que se consigue cogiendo la línea de carena allá por la cota 990 más o menos.
Ya estamos en la pista pavimentada. De nuevo la podemos seguir o atajar, en esta ocasión sin tanto esfuerzo, puesto que podemos decir que llaneamos. Flanqueamos un pequeño cerro y de nuevo encontramos cemento. En esta ocasión me incorporo a la pista pero a la otra orilla del vial hay una vereda que se enfila por dentro del bosque y pienso que también os convencería.
La subida nos deja en un desvío de caminos. Hasta aquí se puede subir en coche, así que si se quiere acortar la caminata, se puede empezar desde este punto.
Yo continúo en sentido suroeste y cojo la pista de tierra, vallada al paso de vehículos por una barrera, que es el GR-1. Esta pista flanquea el serrat del Bou y nos lleva, en ligera subida, a encontrar un desvío de la pista. La rama de la izquierda, suroeste, también es buena pero parece más precaria y pendiente así que seguimos por el GR, ahora en sentido noroeste para flanquear por el norte el serrat de les Punxes y acabar finalmente en el collet de la Baga.
Ya hemos dejado atrás la serra del Bou y nos metemos en la serra de Santa Margarida de Vinyoles. Seguimos por el GR, ahora en subida, en sentido nordeste hasta que frena la pendiente y quiere girar hacia el suroeste. Justo a la izquierda, con el inicio escondido por la vegetación, nace un sendero que se mete dentro de la vegetación. Lo más normal es seguir el GR, pero ya estamos un poco hartos de pista, así que la dejamos para probar este sendero, dibujado en el mapa de Itinnerània del Ripollès, y con viejas señales de pintura roja al comienzo. Ojo con el camino. Es muy evidente y se sigue muy bien, pero hay un punto muy complicado y se tiene que saber encontrar porque la traza más evidente os llevará por el mal camino y os podéis encontrar en un lío, igual que me pasó a mí. Si en cualquier momento os encontráis que tenéis que ir con dificultades para andar, vale más que reculéis.
Si se ha hecho bien, un paso facilitado por una estrecha puerta permite salir del bosque a una especie de plaza. Hacia el suroeste parte una pista que inicia un suave descenso en busca de un collarín previo a Santa Margarida de Vinyoles y del GR. El edificio que contiene la iglesia está cerrado pero la pared sudeste invita a estar y contemplar las extensas vistas que se abren al horizonte.
Para seguir el camino hay que localizar el sendero que lleva las señales de pintura de GR, en la esquina de la fachada principal del edificio. La estrecha vereda, siempre pintada de rojo y blanco, lleva en pocos metros a encontrar el sendero que permite bajar al Castellot, pero desde las alturas no parece un lugar interesante, así que sigo en sentido noroeste, para empezar a remontar el serrat del Castell. Si se quiere, se puede ir a visitar el serrat de l’Àliga, apartado a la derecha del camino pero casi en llano, no más de 30 metros. No es mi caso.
El GR lleva a un nuevo desvío. También en esta ocasión sirven ambos caminos. El GR sigue por la derecha, así que ésta es la opción. Justo cuando el camino hace bajada, se ve por primera vez, con claridad, la cumbre del puig Cornador y, si ponemos mucho de interés y atención, el Pedraforca entre las ramas de los árboles. La bajada nos deja en el coll Tallat. Nos recibe un poste con varias direcciones a seguir. La que interesa es la que lleva, en sentido oeste, a encontrar la cumbre. Hay que cruzar una especie de puerta y dejar la pista que sigue por la derecha, para coger un sendero, estrecho y empinado, que nos deja en la cumbre, después de sufrir de verdad para superar la fuerte pendiente.
La cumbre tiene las mismas vistas que las observadas desde Santa Margarida. Una señera y un cartel de madera en el tronco de un árbol señalan la cumbre. Se tiene una buena imagen de Santa Margarida y el Castellot debajo. Para mi gusto no es una cumbre que invite a estar, a pesar de que un buen estirón a tierra, en la única zona herbada de la cumbre, será un buen bálsamo. Cuando tengamos bastante, hay que volver al coll Tallat. Hay que vigilar la bajada.
En el coll seguiremos la pista que lleva señales de Itinnerània y que baja, en sentido sudeste, en dirección a Alpens. En teoría, según el mapa de Itinnerània, por el clot dels Obis baja un camino. Sobre el terreno, hay que seguir la pista, pintada con señales de este operador. La pista baja mayormente en sentido sudeste y no tiene alternativas. Es cuando encontramos un desvío que las señales amarillas nos hacen dejar la pista y coger un sendero que hace un flanqueo descendente en sentido suroeste. Las señales, nuevas, bajan a encontrar el clot dels Obis, momento en el cual el sendero se convierte en pista y gira hacia el sudeste. Justo en la curva hay una señal en forma de cruz (camino erróneo) que se supone que es el que tendría que bajar del coll Tallat.
Seguimos la pista hasta que encuentramos un senderillo que baja a un árbol con un círculo rojo gordo pintado en el tronco. Dudamos si seguirlo pero finalmente la curiosidad gana la partida y nos metemos en el cauce seco del clot. Resulta ser un atajo, bastante evidente, que nos baja a encontrar una pista y un abrevadero de ganado.
Esta pista no es buena, o así nos lo parece. La cruzamos y bajamos a una nueva que sí es la que tenemos que seguir. Por el camino dejamos por debajo una balsa pero habríamos hecho mejor siguiendo una vereda de ganado que pasa a tocar. Vamos mucho tiempo por la pista, arrepintiéndonos de no seguir por el medio de los campos de debajo, por los cuales continuamos viendo trazas que permiten ahorrar pista.
Tozudos, nos emperramos en seguir aquello que ya parece que es una carretera de tierra y dejamos de lado varios desvíos que bajan al grau de l’Olla, de nefasto recuerdo para mí por mi incapacidad de encontrar como bajar a Alpens desde allá. El caso es que llegamos al coll Mercadal y todavía estamos andando por pista. De hecho no la dejamos nunca, así que pasamos por el diseminado de Sant Martí de Vinyoles y sus edificios privados, por las fonts de Portavella y la d’en Mateu y finalmente llegamos al poste indicador de Sant Martí de Vinyoles, punto en el cual habríamos salido si de la Escalada hubieramos tomado otra pista más tranquila.
Del cruce seguimos en dirección a Sant Esteve de Vallespirans y el Roquer hasta que llegamos al desvío que se dirige a les Falgoses. Dejamos la pista pavimentada que enlaza con el punto de salida alternativo y cruzamos la valla que permite la entrada a la finca. No continuamos mucho tiempo por la pista, puesto que giramos a la izquierda para bajar a encontrar el lechoa de una antigua balsa, hasta la cual llega una vieja pista que tenemos que tomar.
Cuando estamos en ella, seguimos la traza en sentido sudeste y finalmente acabamos conectando con el camino viejo de les Montades, en Portavella. La traza se hace mucho más evidente y seguirla es fácil. Nos lleva al collet del Bou, lugar en el cual encuentro uno de los bosques más espectaculares que he visto nunca. Parece de cuento. Cuando la pista quiere iniciar un descenso más fuerte, después de una curva a la derecha, decidimos dejarla para ahorrarnos un largo rodeo y atajamos, aprovechando la carencia de vegetación del sotobosque.
Este atajo nos lleva al punto de captación de agua de la granja de la Montada y a conectar con la pista antes abandonada. Ahora estamos de nuevo sobre pavimento. Lo seguimos por la izquierda y pasamos entre los edificios de la granja para acabar saliendo al punto en el cual tenemos el coche aparcado.
Mapa con el track y el perfil del recorrido
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